miércoles, 17 de marzo de 2010

La fe se potencia por la imaginación.















Hablamos el último domingo que la fe se potencia por la imaginación. Hay un principio que dice: “Para que algo sea una realidad exterior, primero debe ser una realidad interior”.

En este tiempo debemos agregar un elemento a nuestras oraciones que es visualizar lo que estamos pidiendo. Aplicar fe en un grado superior imaginando lo que deseamos usando el poder de nuestra mente a nuestro favor. Si queremos un trabajo, imaginarnos dentro de el, el horario que queremos, el ambiente que queremos, el sueldo que anhelamos. Un pasaje bíblico dice: “no verás viento, tampoco lluvias, no obstante hacé estanques en este valle”. No importa que no lo veamos con nuestros ojos físicos, lo importante es verlo con los ojos del Espíritu.

El Señor quiere ver tu fe y que imagines Su mano soltando la bendición que destino para vos. Es todo un combo que se arma donde las piezas encajan una a otra. Tenemos que alinear nuestra mente a nuestro espíritu que ya esta atado al Señor. Confesar palabras de fe, idear un plan, pedirle a El que nos de estrategias, imaginar lo que queremos alcanzar y accionar para lograr el resultado. Es tiempo no de anhelos tibios sino de un deseo ardiente, primero por su Presencia y luego por todas las bendiciones que queremos lograr. Para el próximo domingo a las 16 hs vamos a hablar de la Ley del Acuerdo. No se olviden de traer escrito o dibujado un sueño, una meta o un deseo que quieran compartir para que aplicando esta Ley lo podamos compartir, orar y luego gozar al ver con nuestros ojos el deseo cumplido.

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