martes, 17 de noviembre de 2009


Estamos viendo en el país una sequía tremenda. En algunos campos que no hace mucho eran fértiles hoy parecen el Sahara como vemos en Carmen de Patagones. Hay una sequía natural como también hubo en el tiempo de Elías cuando por tres años y medio no llovió y también hay una sequía espiritual. La gente que no conoce al Señor tiene ceguera espiritual pero hay muchos cristianos que aunque conocen al Señor tienen sequía espiritual. Y eso ocurre porque no necesitamos una “religión” sino una “relación” con Dios. Nosotros somos 90% agua, la necesitamos a todo nivel y a nivel espiritual también necesitamos del agua viva que es el Señor.

¿Cuáles son los síntomas de la sequía espiritual? Vacío interior, ritual religioso, dejar de orar, leer la Palabra pero sin hacer contacto y no dejar al Espíritu obrar.

El fluir en el Espíritu no lo generamos nosotros sino que lo genera Dios a través nuestro. Debemos reconocerlo como Señor diariamente y “darle el control”. No es con nuestra fuerza. Lo único que quita la sequía es que El sea el Señor de TODA nuestra vida. “El que cree en mi, de su interior correrán ríos de agua viva”. Jesús padeció desiertos en lo físico y espiritual, por eso nos comprende y nos equipa para pasarlos en victoria tomados de su mano.

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