Tu fe es ACCION!

Estuvimos hablando acerca de que la fe se alimenta de la Palabra de Dios. Esto es básico, lo aprendemos desde el primer momento que escuchamos de Dios. Que nuestra fe aumenta cuando mas sabemos de su Palabra, que cuanta mayor revelación escuchemos, mayor será nuestro crecimiento. Y en este punto hay algo muy importante para que en verdad nuestra fe crezca y no caigamos en la inmadurez espiritual es efectivamente poner la Palabra en acción. La única forma de ver a nuestra fe crecer con sustento es ser rápido en ponerla por obra. Ser rápidos y no lentos para ponerla en acción. Vean en Ezequiel 47:9. Hay una visión de un río y dice la Palabraque: “donde corra este río, todo ser viviente que en el se MUEVA vivirá”. La fe tiene que correr para que las cosas sucedan. Debemos movernos rápido y accionar lo que aprendemos.

Vemos en el Grupo que cuando le creemos a Dios, El se mueve. Que cuando oramos y nos ponemos de acuerdo, El actúa. A todos en el Grupo se nos incrementa la fe cuando vemos entre tantas cosas que están pasando como Estebán encontró su Libreta Universitaria después que oramos, cuando salio bien el parto de la hija de Inés, cuando Richard pudo resolver el tema de su escritura, cuando oramos por alguien que estaba en coma 4 y salio, cuando a Christian lo ascienden en el trabajo que hace menos de 2 meses quería renunciar porque no tenia resultados y ahora le esta yendo súper bien, cuando oramos como equipo por el papa de Fabián y la operación sale excelente con mejores resultados de lo esperado o cuando el hijo de Marcela sufre un accidente importante en la moto y a el no le pasa nada, etc.

Oramos, cada uno de nosotros le creyó a Dios y El actúo. Eso es tener una relación con Dios y no vivir una religión. Y es ahí cuando vivir la vida cristiana tiene sabor, no una garantía de no tener problemas sino en medio de los problemas probarnos a nosotros mismos a quien le estamos creyendo y probarlo de que El esta a nuestro favor. Y mientras nuestra fe crece y tenemos mayor intimidad con El y nos movemos, El resuelve lo que a nosotros nos parece imposible. Cuando finalmente descansamos en El, El manifiesta su gloria y el gozo y la alegría son para nosotros.